Por qué fracasan los emprendimientos
En Chile, la tasa de fracaso a cinco años alcanza el 97,5%, mientras que el ecosistema empresarial se beneficia del flujo constante de nuevos emprendedores. Este artículo analiza las principales causas del cierre temprano de las empresas.
Sun, 25 May 2025
El fundador de la plataforma de venta en directo Kuick, Sebastián Jaramillo, planteó en 2021 que el emprendimiento es un excelente negocio para todos, menos para el emprendedor. Jaramillo (2021) sostuvo en “¿Están las condiciones para emprender en Chile"” que Sercotec ubica en 97,5% la tasa de fracaso a cinco años en Chile. Sin embargo, las grandes empresas crean múltiples negocios en torno al ecosistema de emprendimiento, aprovechando la masa crítica para mantener flujos constantes. De este modo, el fracaso del emprendedor es opacado por el éxito de los grandes empresarios, que consolidan su posición con publicidad que nos alienta a endeudarnos, contratar un cowork, abrir una cuenta de banco y contratar un plan de celular para convertirnos en el próximo unicornio.
Pero la verdad es que las MiPymes son en su mayoría empresas de subsistencia. Según la Encuesta de Microemprendimiento (EME) del INE, los fundadores o fundadoras en Chile entran al ruedo por necesidad, sin educación formal y escaso conocimiento tecnológico. Aún así, constituyen el 96,9% de las empresas en Chile, según cifras del Ministerio de Economía, Fomento y Turismo. Por lo tanto, es evidente que necesitamos centrar los esfuerzos públicos y privados en prolongar el ciclo de vida. En las próximas líneas, ahondaremos en las razones que existen detrás de los cierres tempranos de las empresas, para diseñar un modelo que permita fortalecer la partida.
Falta de Capital y de Ajuste
Si bien existen diversas razones que explican el cierre de las empresas en los primeros cinco años de vida, las investigaciones apuntan a dos motivos principales: la falta de capital y la falta de ajuste del producto con el mercado. Cuando hablamos de Ajuste de Producto al Mercado (APM), nos referimos a la capacidad de crear valor. Uri Levine usa la retención del usuario como medida de APM, ya que indica que el cliente descubrió una solución que funciona.
"Si se crea valor para los usuarios, entonces estamos en el camino correcto. De lo contrario, la empresa morirá".
Levine (2023, p.127)
Con más precisión, Dan Olsen utiliza una pirámide dividida en los espacios del problema y la solución para ilustrarla. En su libro, The Lean Product Playbook: How to Innovate with Minimum Viable Products and Rapid Customer Feedback, Olsen (2015), p.21. explica que el problema está compuesto por la capacidad de determinar el cliente objetivo, identificar las necesidad sin resolver del cliente y definir la propuesta de valor. Luego, la solución está compuesta por el grupo de propiedades que decidimos dar al Producto Mínimo Viable (MVP) y la interfaz de usuario. Entre las necesidades del cliente objetivo y la propuesta de valor se encuentra el APM. Si el cliente no vuelve, estás en problemas. Tus ingresos se detendrán, no serás atractivo para una inversión y consumirás tu capital hasta quebrar.
¿Cuáles son los parámetros que debemos mantener a la vista"
La aceleradora holandesa Rockstart (2023, p.7) logró distinguir los motivos que dan los fundadores ante el fracaso y las razones de los inversionistas. Sin embargo, enfatiza que la falta de capital y la falta de adecuación entre el Producto y el Mercado son las principales para ambos.
Fundadores:
- Falta de capital. (91%)
- Falta de Product-Market fit. (85%)
- Equipo de socios. (79%)
- El founder. (65%)
Inversionistas:
- Falta de Product-Market fit. (41%)
- Falta de experiencia. (35%)
- Equipo de socios. (29%)
- Falta de caja. (24%)
Del mismo modo, la empresa de inteligencia de negocios CB Insights (2021, p.3) coincide en que fallar en el levantamiento de capital y crear un producto o servicio que no necesita el mercado explican el fracaso de las Startups. CB Insights estudió 111 empresas fracasadas entre 2018 y 2021 y determinó las 12 principales razones de falla.
- Se quedaron sin efectivo / no pudieron recaudar nuevo capital. (38%)
- Falta de demanda en el mercado. (35%)
- Fueron superados por la competencia. (20%)
- Modelo de negocio defectuoso. (19%)
- Desafíos regulatorios / legales. (18%)
- Problemas de precios/costos. (15%)
- No contar con el equipo adecuado. (14%)
- Producto mal sincronizado. (10%)
- Producto deficiente. (8%)
- Discordia entre el equipo y los inversionistas. (7%)
- Un giro en la estrategia que salió mal. (6%)
- Agotamiento/falta de pasión. (5%)
Finalmente, Eisenmann (2021) plantea seis patrones de fracaso de las Startup, luego de un amplio estudio que contempla entrevistas, encuestas y su propia experiencia como académico de Harvard Business School.
- Buena idea, malos compañeros.
- Partida falsa.
- Falso positivo.
- La trampa de la velocidad.
- Se necesita ayuda.
- Cascada de milagros.
Eisenmann identifica la “Partida falsa” de un corredor que comienza la carrera antes del disparo inicial, con los emprendedores que distribuyen el Producto Mínimo Viable antes de investigar su mercado. Sostiene que el apuro por desarrollar un producto que facilite la retroalimentación del consumidor, método propuesto por Ries (2012) en su libro Lean Startup, quema dinero imprescindible. Esta idea es contraria a todo lo que verás en la publicidad del banco: No debes invertir en la ingeniería de un producto, mientras no estés seguro de que puedes venderlo. Recuerda: Eisenmann identifica la “partida falsa” de un corredor que comienza la carrera antes del disparo inicial, con los emprendedores que distribuyen el Producto Mínimo Viable antes de investigar su mercado. Sin embargo, Eisenmann destaca que podemos aprender mucho del fracaso ajeno, ya que poco se aprende de una hipótesis acertada. En cambio, el fracaso presenta la gran oportunidad de descubrir cómo opera la realidad, aunque duela.
Nuestra propuesta
Proponemos escuchar las voces de los que ya no están y aprender de sus errores para intentar no cometerlos. En este sentido, es evidente la necesidad de adecuar nuestra solución al problema que pretendemos resolver y la única forma de lograrlo es a través de los datos que nos proporciona el mercado. De este modo, podemos asegurar la demanda del producto o servicio que construyamos y aumentar su atractivo para el inversor, lo que nos facilita acceder a los recursos necesarios para operar. Además, necesitas contactarte con todos los posibles interesados en tu producto antes de escribir la primera línea de código. Llámalos, escríbeles, cuéntales lo que quieres hacer. Y, aunque en la película de Steve Jobs te enseñan que hay que confiar en tus instintos y avanzar ante la crítica, no lo hagas. Si todos los autos vienen en contra, lo más probable es que seas tú el que va contra el tránsito. En el año 2023, se registró un aumento significativo en el número de startups que cerraron, casi el doble en comparación con el año anterior. Al parecer, muchos emprendedores cayeron en la trampa de buscar dinero y la fama. Los medios de comunicación, enfocados en las rondas de financiamiento y sus valoraciones de mercado, contribuyeron en gran medida a esta distorsión. Sin embargo, detener esta situación es más simple de lo que parece. Debemos volver a los principios fundamentales de todo emprendimiento:
- Identificar problemas genuinos: En lugar de buscar ideas que puedan atraer la atención de los inversionistas, debemos identificar problemas reales que enfrentan las personas en su vida cotidiana. Desde ahí, es más fácil desarrollar soluciones efectivas y significativas que realmente agreguen valor.
- Priorizar la rentabilidad sobre la recaudación de fondos: En lugar de ver la recaudación de fondos como el objetivo final, debemos centrarnos en generar ingresos, aunque sean modestos. Y lo más importante, lograr que sean sostenidos en el tiempo. Para lograrlo, debemos mantener un enfoque a largo plazo y construir relaciones sólidas con los clientes.
- Alejarse del modelo de financiamiento de capital de riesgo: Si bien el capital de riesgo puede ser una opción válida para algunas empresas, no es adecuado para todas. Muchas empresas pueden encontrar alternativas de financiamiento más adecuadas a su modelo de negocio y objetivos a largo plazo, como préstamos bancarios, financiamiento colectivo o inversionistas ángeles.
Y, sobre todo, no te compres el cuento. Empieza en pequeño, con una idea clara. Pruébala con amigos y, si ves que funciona, hazla crecer. Recuerda siempre: no necesitas un MacBook Pro, un latte vainilla o unos audífonos top para lanzar tu proyecto. Nosotros sabemos lo que necesitas, aunque parezca que la recomendación viene de cerca. Necesitas algo muy simple. Contactos, datos, formularios... todo eso horriblemente fome y poco sexy. Escríbenos y te echamos una mano.